Xalatlaco es una palabra proveniente del náhuatl cuya traducción más cercana sería la de Agua que brota de la arena.
El municipio de Xalatlaco se encuentra en el Estado de México, ubicado a 50 km. al Suroeste de la Ciudad de México, a 32 km. al Sureste de la Ciudad de Toluca y 75 km. al Noroeste de la Ciudad de Cuernavaca, Morelos.
Pueblo de maíz, los productos derivados de este grano han sido históricamente el sustento y potencializador económico de su gente: tlacoyos, tamales, tortillas y demás sabrosos alimentos son la base alimentaria con que contribuye al desarrollo nacional.
También la ganadería menor, ejercida bajo un esquema de pequeños productores, lo sitúan regionalmente como centro productor de carne y sus derivados.
Tres días a la semana se visten sus calles de un tianguis multicolor donde los productos locales se comercializan junto a la dispensación alimentaria y de implementos de uso cotidiano que se ofertan llegados de otros lugares.
Su clima, fresco y frío en la época invernal, semi templado el resto del año, hace de su entorno un lugar especial para apreciar los bosques que rodean a la cabecera municipal.
De origen nahua, la fundación de Xalatlaco está rodeada de historias y leyendas que dan origen al orgullo palpable en la población. Se sabe que aquí nació TecuixpoIxtlixóchitl, hija del tlatoani Moctezuma II, nombrada posteriormente Isabel de Moctezuma, con títulos nobiliarios otorgados por la corona española.
En estas tierras también se libró una de las últimas batallas del movimiento de Reforma, de cuyo resultado generó, entre otros, la ascensión de Porfirio Díaz al cargo de General durante el gobierno de Benito Juárez.
Xalatlaco es un pueblo de vida comunitaria y tradicional con los servicios modernos que son necesarios actualmente. Escuelas de todos los niveles educativos, servicios de comunicación, de transporte, hotelería y comerciales hacen de nuestro terruño un sitio con buena calidad de vida.
Xalatlaco se muestra hoy al mundo como un ejemplo vivo de economía local, de movilidad adecuada a sus necesidades y de una convivencia social fundada en usos, costumbres y tradiciones palpables en una población numéricamente eficiente, los que nos convierte en un Pueblo Moderno.